Bancos más estrictos para sacar un crédito hipotecario y una mayor oferta de viviendas de inversión, harán más fácil la renta que la compra.
Hay preocupación sobre qué deparará 2016 para el sector inmobiliario.
La preocupación reside en dos factores que han tomado mucha fuerza en el último tiempo y que tienen al sector muy inquieto.
El primero es que los bancos han anunciado que serán más estrictos el próximo año en la entrega de créditos hipotecarios. Ya están pidiendo un 20% de pie en vez del actual 10%.
Como hay muchos compradores con créditos pre-aprobados, está el miedo de que no estén en condiciones de calificar ante la institución financiera por el mayor pie que deberán pagar.
Previendo este problema, ya varias inmobiliarias dispuestas a prestar ese 10% adicional hasta en 36 cuotas a posibles compradores.
Todo esto con la idea de que no se caigan las operaciones ya comprometidas.
El segundo factor es que el Banco Central de Chile siga subiendo la tasa de interés, lo que puede significar que la cuota del préstamo que haya que pagar pasa a ser superior al valor de un arriendo, por lo que es posible que la gente vuelva a pensar en la posibilidad de arrendar en vez de comprar.
Este año el mercado residencial ha visto aumentar sus ventas en relación al año pasado en más de 60%, con una cantidad importante de promesas y ventas concretas. Además de una gran actividad en la construcción de edificios.
Se dijo que este aumento es producto también de la mayor cantidad de inversionistas que están dispuestos a comprar paquetes de departamentos en blanco o en verde.
Por eso, es común ahora encontrar inversionistas que compran de 10, 20 y hasta 100 departamentos pequeños.
Sin embargo, no pretenden vivir en ellos sino arrendarlos y generar una renta para el futuro. Pero encontrar arrendatarios a todos será un desafío.
Tema aparte son los efectos de la reforma tributaria en el sector inmobiliario, que empieza a regir el 1 de enero de 2016, quedando exentos de pagar el IVA a la venta solo las promesas de venta firmadas antes del 31 de diciembre de 2015, sin importar su fecha de entrega o de la compraventa.
Por eso hay apuro en adquirir sin necesidad de cancelar este tributo que se estima que impactará en los costos entre un 5% y 12%, dependiendo del caso.
Asimismo, se puede pronosticar que el mercado tendrá un aumento del stock de vivienda en arriendo por una demanda constante, lo que llevaría a una pausada baja de los valores de arriendo.
Sin embargo, no esperes una mayor caída en los precios de las viviendas. Existe una firme demanda que los sostiene y además una estructura de costo que sube cada vez más.
En este aspecto, también resalto un fenómeno bastante nuevo: hay inmobiliarias que están dispuestas a no vender los departamentos que construyen, sino que a dejarlos como arriendo, algo impensado hace algunos meses.
Fuente: Inversor Global
Fecha: Enero de 2016.