Chile: Instituto O’Higginiano de Chile vende tradicional casona en barrio Londres al Hotel Plaza San Francisco

Chile: Instituto O’Higginiano de Chile vende tradicional casona en barrio Londres al Hotel Plaza San Francisco

El Instituto O’Higginiano de Chile (IOH) está preparando su mudanza desde la tradicional casona que ha albergado su sede central por años, en el barrio Londres, en el centro de Santiago, cambio de dirección que protagonizará, coincidentemente, justo en el mes del natalicio de Bernardo O’Higgins. La entidad -que tiene por misión estudiar, preservar y difundir el legado y la vida de O’Higgins-, concretó la venta de este histórico inmueble ubicado en calle Londres 25, en Santiago. El comprador es el Hotel Plaza San Francisco, aledaño al citado inmueble.

La venta, que se materializó por $755 millones, se perfeccionó hace unas semanas, y para concretarla el IOH realizó un proceso formal, asesorado por Kayco International Group, ligado a Marcos Kaplún. En el proceso, según explica el secretario general del instituto, Yerko Torrejón, los otros postulantes fueron el Partido Socialista y el Hotel Londres, sin embargo, la mejor oferta fue la del Hotel San Francisco, con quien el instituto ya acordó la entrega del inmueble en septiembre.

Por ello, durante agosto concretarán su salida de la casona y se radicarán en un piso adquirido en un inmueble en Antonio Varas. Torrejón precisa que con los recursos de esta venta analizan opciones para adquirir otros activos (oficinas o locales comerciales) y así generar una renta con la cual solventar sus operaciones.

¿Pero qué motivó la decisión de venta? La situación por la atravesaba esta entidad sin fines de lucro, pues dejaron de percibir fondos provenientes de la subvención estatal.

El IOH es heredero de la Sociedad Amigos de Chile, fundada por O´Higgins, y cuya versión actual fue establecida por Humberto Aguirre Doolan el 20 de agosto de 1953. Según precisa Torrejón, al instituto se le estableció una subvención anual fijada por el Presidente de la República de unos UF 2 mil anuales. Pero, añade el secretario general, tras el gobierno de Aylwin, la subvención comenzó a bajar. “Los posteriores gobiernos democráticos fueron mezquinando sus aportes y haciéndolos irrisorios y esporádicos, hasta que desaparecieron por completo durante el actual gobierno (…) Se ha tratado de interesar a integrantes del Parlamento para formalizar un financiamiento, pero los políticos ‘están en otra’”, añade.

La casona de Londres 25 fue construida en 1920, y el IOH la había adquirido en 2004 a la viuda del médico que encargó su construcción. Ahora, con esta compraventa, el dueño del Hotel Plaza San Francisco, Alejandro Ergas, cumple un anhelo que tenía desde hace años, pues ambos inmuebles -la casona y el hotel – están adosados. Ahora su objetivo, ante todo, es comenzar un proyecto de recuperación, para el que piensa contratar arquitectos e involucrar al Consejo de Monumentos Nacionales.

Como la adquisición es reciente, Ergas aún no tiene un proyecto, pero su objetivo es hacer algún tipo de integración de este palacio, conectarlo con el Plaza San Francisco, pero no transformándolo en una extensión más, sino que arreglándolo al estilo de un hotel boutique señorial y no masivo, en que se conserve el estilo del barrio Londres. “Probablemente debería tener otro nombre y llamarse Casona San Francisco o Palacio San Francisco, y debería tener una categoría un poco superior al (hotel) San Francisco. Se maneja con la misma estructura y gerentes, pero en un nicho distinto. La idea no es hacer más piezas del San Francisco. Esto va a ser otro proyecto”, proyecta Ergas.

El empresario, socio también de Valle Nevado, lleva años en la industria hotelera y ya ha emprendido procesos de conservación. En Providencia fundó el hotel Le Reve, en 2010, en una centenaria casa estilo francés que recuperó. Además, hace dos meses adquirió otro complejo hotelero, el hotel Ismael 312, de 44 habitaciones, ubicado en pleno barrio Lastarria, frente al Parque Forestal. Se trata de un complejo ya en operación, que habían puesto en marcha otros socios hace unos tres años. Este crecimiento en la industria hotelera no busca transformarlo en algo financiero o de cadena, explica. “Yo tengo una voluntad más hotelera y menos financiera. No me atrae ir a meterme a esas torres de 20 pisos, de hoteles con 300 habitaciones. Me atraen estos proyectos más boutique. No me interesa tener una cadena ni un nombre general”, plantea.

Fuente: El Mercurio
Fecha: 30 de Julio de 2017

 

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