¿Cambiar un fundo por un departamento? Esta dupla se dedica al trueque inmobiliario
Francisca Orellana
¿Cambiaría un fundo del sur por un departamento en la zona oriente de Santiago?. ¿O una oficina en el centro de Santiago por algún local comercial en la zona poniente?
Así como las modas de antaño vuelven a tener protagonista en la actualidad, el mercado inmobiliario también esta buscando fórmulas para dinamizar el sector, producto de los vaivenes que ha vivido desde el estallido social en adelante. Así surge nuevamente el truque, en el cual se intercambian propiedades de precios similares sin entregar dinero a cambio. Un método muy usado en épocas pasadas, pero que hoy vuelve a funcionar.
“En estados Unidos y Europa está muy de moda el trueque porque es una forma que tiene la gente de deshacerse de ciertos activos que no quiere o no puede vender porque no hay comprador. Entonces deciden cambiarlo por otra cosa. Acá la gente que tiene oficinas, que están muy deprimidas por la baja demanda producto del teletrabajo, quiere hacer mucho trueque”, cuenta Marcos Kaplún, fundador de Kayco International Grouo y facilitador inmobiliario.
Kaplún y Renzo Silva, dueño del grupo de Desarrollo Inmobiliario (Grupo IDD), formalizaron el sistema de trueque hace casi ocho meses y lo promueven con fuerza entre sus contactos como un área de negocios formal.
El primero de ellos tiene una laga trayectoria en el mercado inmobiliario como facilitador de negocios e inversionista, incluso fue representante del expresidente de Estads Unidos Donal Trump para leantar torres con su marca en la región. Hasta el año pasado fue vicepresidente de la ANFP (Asociación Nacional de Fútbol profesional). Silva en tanto, lleva más de diez años en la asesoría de inversiones inmobiliarias tanto en Vhile como en Estados Unidos.
“El ambiente político estpa nublando todo, tanto en Chile como Perú, por lo que estamos buscando nuevas formar de movernos en el mercado. Tenemos muchas redes muy potentes, eso ayuda mucho a juntar a las personas que quieran hacer trueque. Pero hay que salir a buscarlas”, afirma Kaplún.
El empresario cuenta que han tenido ofrecimientos para permutar un departamento en la Parva por uno en Miami y otros interesados en deshacerse de sus fundos.
“Por eso decidimos formalizar el negocio, que antes ya se hacía bastante, incluso dando propiedades en parte de pago”, cuenta Silva.
La diferencia
Kaplún comenta que hasta la fecha han cerrado cinco truques, en los cuales han cobrado 2% de comisión al comprador y vendedor por articular y permitir que la transacción se lleve a cabo. Como ejemplo, cuenta que lograron permutar un campo en el sur por varios departamentos en Las Condes. El avalúo bordeó los US$ 2 millones.
“La gente del campo en el sur buscaba renta. Querían cambiar el campo, que no rentaba nada, por un departamento que iban a poner en arriendo y recibir una renta mensual”, detalla.
También facilitaron el intercambio de un terreno industrial por departamentos en Concón.
Si bien la fórmula es cambiar un activo por otro, comentan que como es difícil encontrar propiedades que se igualen en valor, se puede pagar la diferencia en efectivo para que la transacción sea más rápida.
Para que no haya desavenencias o dificultades a la hora de definir el precio de los activos, los inmuebles deben contar con una tasación hecha por un banco o empresa tasadora elegida por los dueños. Así evitan conflictos de interés. Este trámite tiene un valor cercano a $1.000.000 y sirve de base para negociar y ver las opciones disponibles para permutar.
“Si la persona dice que su campo vale $100.000.000, pero la tasación dice que cuesta $50.000.000, nos hace perder tiempo”, cuenta Kaplún.
El segmento de oficinas está muy complejo, señala.
“Los dueños se quedaron con los precios antiguos (previos a la pandemia) y, además, presentan un mayor nivel de gastos donde hay que pagar pagar la cuota del banco, los gastos comunes y contribuciones, entonces la gente quiere arrancar de ello. Hoy nadie quiere tener una oficina, tenemos unas 40 y hay cero resultados. Los problemas difíciles los solucionamos de inmediato, pero para los imposibles nos podemos demorar un poco más”, indica.
Silva agrega que, en ocasiones, es conveniente bajarse un poco del valor de la tasación para tener más opciones de trueque.
“Esto es igual a como cuando se llevan los autos a una compraventa, que al estar un poco más barato al menos logras hacer la venta de un activo que quizás lleva harto tiempo sin venderse”, afirma.
Si una de las propiedades tiene un crédito hipotecario asociado, Silva dice que la transacción considera que la persona interesada debe asumir o renovar la deuda, por lo que tiene que tener capacidad crediticia para acceder a ella.
Fuente: Las últimas noticias
Fecha: 12 de junio de 2021