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Yo no salí
a buscar a nadie", cuenta el
empresario:
El hombre tras la venta
del Banco Monex
Jacques Ergas es veterinario de
profesión, amante y estudioso de
la filosofía y, hasta ahora,
banquero. Aquí cuenta por qué
vendió a Consorcio y qué
negocios le esperan, incluido un
innovador proyecto de robótica.
A.G. y A.S. Consorcio no compró
todo el Banco Monex. En las
oficinas de esta última entidad
hay una colección de entre 10 a
20 pinturas que no fueron parte
de la transacción. Es que son
obras que tienen un valor muy
importante para Jacques Ergas,
el hasta ahora dueño de Monex.
Fueron realizadas por el famoso
tío de este banquero, Samy
Benmayor, y otros artistas como
Bororo, Pablo Pinto y Francisca
Núñez.
Este detalle revela que Ergas ha
sido siempre un banquero poco
usual. No sólo le interesa el
mundo de las finanzas: es
veterinario de profesión,
cultiva la filosofía, respalda
obras sociales y es muy apegado
a su religión, la judía. Esta
semana, con 54 años, se salió
del sector financiero al vender
Monex en, aseguran otras
fuentes, US$ 25 millones.
Ergas, en conversación con "El
Mercurio", no revela los montos,
pero sí explica que todo comenzó
hace cerca de un mes y medio y
que en su caso optó por delegar
la negociación en Juan Carlos
Saffie, director del banco y
hombre de confianza del
empresario.
Y también Ergas da los
argumentos que pasaron por su
mente al momento de realizar la
venta: "Yo no salí a buscar a
nadie. Estábamos haciendo los
planes para el 2010", dice.
Aunque también denota cierto
desencanto con lo que vivió en
el sector financiero en el
último tiempo: "Vendo porque
creo que no di a entender en el
mercado que el nuestro era un
proyecto que tenía algunas
características distintas a un
modelo de banco tradicional",
dice, haciendo alusión a su
orientación como banco de nicho,
sin sucursales, y fuerte en
operaciones con divisas.
Un episodio que le causó desazón
fue la evaluación negativa que
Feller Rate le asignó al Banco
Monex justo cuando ocurrió la
caída de Lehmann Brothers.
Sintió que no estaban juzgando
el proyecto, que había sido
siempre rentable y con gran
solvencia patrimonial. Lo vio
como un juicio a él: "Feller-Rate
me evalúo a mí, no a mi
proyecto. Obviamente mi imagen
de solvencia es distinta a la
que puede tener Paris, Andrónico
Luksic o el Banco de Chile",
comenta.
La solicitud de quiebra que
Banco Monex le hizo a la
automotriz Pérsico, donde no
hicieron lo mismo que los demás
bancos, también le hizo pasar
malos momentos, aunque tras los
hechos está convencido de que
actuaron bien "legal y
moralmente", e incluso dice que
más tarde varios en la banca lo
llamaron para felicitarlo.
La profesión de origen de Ergas
tampoco es la típica de los
hombres de finanzas. Es
veterinario de la Universidad de
Chile. Su inspiración de
juventud fue Daktari, el
personaje de la serie televisiva
de fines de los sesenta que
curaba animales en África. Ergas
ejerció dos años en su labor en
la Clínica San Cristóbal. Pero
al poco andar ingresó a
Financiera Mediterráneo.
El fundador de esta entidad
había sido su padre, Moni Ergas,
quien llegó a Chile en 1947
desde Yugoslavia, y quien, tras
otros emprendimientos, armó
aquel negocio junto a Marcelo
Calderón (Ripley), León Avayú (Indumotora)
y Jacobo Ergas. Luego la
vendieron.
Tras ello su padre puso en
marcha una casa de cambio, que
más tarde derivó en agencia de
valores, hasta que se
transformaron en banco.
Emprendimientos
Pero Ergas tiene también otros
negocios, y a pesar del dinero
que recibirá dice que "no va a
colgar las botas". Está abierto
a las opciones: "por ejemplo, si
viene Kayco, de Marcos Kaplún,
con una buena idea, por supuesto
que la evaluaré".
De hecho, tiene emprendimientos
recientes. Especialmente uno que
tiene que ver con el mundo de la
robótica. David y Cristián
Mödinger, de 30 y 36 años,
respectivamente, hallaron una
solución para modernizar el
archivo judicial, de modo que
les permitiera digitalizar los
textos que ahí se guardan.
Jacques Ergas es el socio
capitalista de este negocio en
el que también participa Ignacio
Bascuñan, fiscal del Banco Monex.
La firma se denomina Meb, las
iniciales de los apellidos de
los socios.
Ergas también estuvo en el
negocio del fútbol. En noviembre
de 2006 junto a Juan Carlos
Saffie ingresó al club de fútbol
de Chillán, Ñublense, proyecto
que también integraba Julián
Efelbein, el animador de
televisión. Posteriormente vende
esa participación en el club. En
Arica, desde donde habló a "El
Mercurio", es socio de Cormetar,
de servicios a la gran minería.
Otra firma en la que participa
es Mecva, de arriendo de
andamios y otros insumos para la
construcción.
Pero una de sus pasiones es la
fundación que creó junto a su
esposa Tamara Slachevsky. Se
llama Hineni, y se especializa
en ver cómo se inserta en la
educación a niños con
necesidades especiales. Incluso
cuando el gobierno creó la
comisión para reformular la Loce,
Hineni fue la entidad citada
como representante experta en
esta materia.
Vendo porque creo que no di a
entender en el mercado que el
nuestro era un proyecto que
tenía algunas características
distintas a un modelo de banco
tradicional". .
Fuente: El mercurio
Fecha: 25 de Octubre de 2009.
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